viernes, 6 de enero de 2012

Trueno

Trueno ha practicado siempre las artes marciales como medio de purificación, al menos desde cuando recuerda. Encontrado por el maestro Shun hace varios años en un camino malherido y apaleado por unos vagabundos borrachos, fue adoptado por el mismo y se encargó primero de tareas de limpieza del templo, aunque luego, tras un enfrentamiento con un bandido, su maestro vio la fuerza de caracter necesaria para seguir el camino del guerrero y comenzó a entrenarlo en el kung fu. Desde ese momento, el chico de la limpieza (que no recordaba ni su nombre) se convirtió en Trueno. El propio maestro Shun lo tomó como hijo y aprendiz y el único hijo del maestro, Rayo, se convirtió en su hermano. 
Pasaron varios años y Trueno se esforzó mucho para perseverar en el kung fu. Aunque no era ni la sombra de Rayo, que llevaba toda la vida practicando, pronto se colocó entre los alumnos más capaces y dedicados del maestro, aunque muchos lo señalasen por ser geijin <occidental>. Al cabo de algún tiempo, el maestro necesitaba nombrar a un nuevo guardián de la Hoja de las Tormentas, una espada sagrada que, según la leyenda, era capaz de abrir una puerta al infierno y, aunque toda la escuela confiaba en que tal cargo pasase a Trueno, fue Rayo quién consiguió tan alto honor.

Trueno, quien había aprendido a querer a Rayo como a un hermano, lo felicitó por la importante meta que había conseguido. Rayo se lo agradeció diciendo que siempre serían hermanos. 
Trueno, un occidental sin pasado
Estos tiempos tan felices y familiares tardaron poco en desaparecer, ya que una tarde de verano en la que los Trueno y los alumnos más veteranos llevaban a los nuevos aprendices a recorrer el Sendero de los Mil Pasos (Subir una escalera que llega hasta una capilla en lo alto de una montaña), la escuela fue atacada por unos extraños hombres vestidos de negro. Los humos de los tejados fueron vistos por Trueno y los demás que comenzaron rápidamente su retorno. Mientras, en el templo, el maestro Shu era derrotado en combate por un enemigo inconcebible y la Hoja de las Tormentas robada. 
Trueno y los demás se enfrentaron a los enemigos consiguiendo derrotarlos, aunque las bajas fueron muchas y la escuela de las Siete Garras del Tigre fue quemada hasta los cimientos. 

Rayo, había desaparecido (casi con seguridad tras el rastro del asesino de su padre), la espada había sido robada y el templo-escuela destruído hasta casi su totalidad. Trueno tomó una decisión, partiría hasta recuperar la Hoja de las Tormentas y ayudar a su hermano Rayo en la restauración de la escuela. 
Mientras, los otros alumnos intentan levantar la escuela de nuevo y Trueno se encamina hacia la tierra de los Geijin en busca de la Hoja y de Rayo.

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