sábado, 21 de septiembre de 2013

Tugluk


"'La costa suroeste está en manos de los hirkanios durante cientos de kilómetros. Todavía tenemos un largo camino por recorrer antes de pasar más allá de sus fronteras del norte. Tengo la intención de ir hacia el norte, hasta creo que los hemos superado. Entonces vamos a girar hacia el oeste , y tratar de aterrizar en la orilla bordeada por las estepas deshabitadas.
"Supongamos que nos encontramos piratas o una tormenta? - preguntó ella.  
"Y vamos a morir de hambre en las estepas.
'Bueno', le recordó: "Yo no te pedí que vinieras conmigo. '" 
Robert E. Howard: "Shadows in the Moonlight"  

Como hombre medicina del Clan de la Hierba Alta la fución de Tugluk no solo era atender los nacimientos de los nuevos miembros del clan asi como de sus animales, o contar las historias de hechos pasados para perpetuar las leyendas y conocimientos de su pueblo pasados de padres a hijos desde hace muchas generaciones. Ademas de todas esas cosas y alguna mas el Shaman habia de proteger al clan de la ira de los espiritus intentando apaciguarlos con ceremonias y sacrificios, y si esto no era posible combatiendo con ellos hasta expulsarlos lejos, donde ya no pudiera dar problemas al clan. 

Asi que cuando varios de los animales del Clan comenzaron a morir desgarrados por un animal que no dejaba huellas y que devoraba a sus presas todos supieron que un espiritu malvado estaba suelto y que la misión de Tugluk era lidiar con el. En un principio el Shaman intento auyentarlo de buenas maneras, con las ceremonias y las invocaciones aprendidas de boca de sus antepasados. Pero este espiritu o era demasiado poderoso o demasiado malvado como atender a estas razones, asi que no quedo mas remedio que actuar y asi el valiente curandero reunio a un grupo de bravos del Clan, entre los que se encontraba Tulkas, su hermano de sangre, para preparar una emboscada al escurridizo espiritu.  Pero desgraciadamente las cosas no fueron como los hirkanios habrian deseado ya que en plena noche se encontraron con que el agresor no era sino otro que Itaqua, el Caminante del Viento, el signo de los salvaje que ataca al hombre perdido en el bosque o en la estepa. Y asi se enfrentaron a una a algo parecido a una nube de nieve que pendiera por sobre sus cabezas, como una enorme masa informe de nieve apretada; no un montón de copos, aunque los copos la rodeaban. Y no tenía color blanco, sino más bien un matiz azul verdoso que lentamente se iba tornando purpúreo. Y todo ello aderezado con unos ojos verdes de un brillo sobrenatural y un frio helador que envolvia a los guerreros y los congelaba vivos sin que las armas pudieran dañarlo en lo mas minimo. Afortunadamente su sacrificio no fue en vano ya que mientras lo distraian el Sahman junto a su hermano Tulkas realizo una poderosa ceremonia en la que ambos debian sacrificar una parte de sus almas para auyentar al espiritu y que este no volviera jamas a la región. 
Tugluk con sus vestimentas ceremoniales
 Finalmente el amanecer llego y la luz del sol revelo a un grupo de guerreros hirkanios muertos por congelación con sus rostros retorcidos por el dolor y el horror de contemplar cosas que un humano no deberia ver jamas si es que quisiera mantener su cordura intacta. Y en pie afectados por el frio dos hombres heridos en su alma, pero con vida y afortunadamente con su cordura  intacta. Dos hombres que a partir de ahora se dedicarian a viajar por el mundo hiborio en busca de esa porción de su alma que el malvado espiritu les robo en el ultimo momento antes de que lo expulsaran de las vastas estepas para que no volviera mas.