Mi nombre es Dangoor Meeh, y soy un Jedi nacido en Dantooine en lo que más tarde se conocería como el año 3960 A.B.Y. (Antes de la batalla de Yavin).
Fuí entrenado por el maestro Voi N´andee en los caminos de la fuerza para ser un Jedi de combate que serviría a la orden en las venideras guerras Sidh conocidas como la Gran Guerra Hiperespacial. Mis habilidades Jedi, al igual que mi capacidad para el combate y la resistencia física y mental solo alcanzada por los Jedi de mi orden, los Caballeros Tormenta nos hizo ganar muchas y variadas batallas, hasta que nos creímos indestructibles. Los Sith temblaban ante nuestras naves y hasta los Mandalorianos intentaban no cruzarse en nuestro camino.
Ese orgullo fue nuestro fin.
El maestro N´andee fue hecho prisionero por Exar Kun, señor de los Sith y yo, como un loco, lleno de rabia, orgullo y seguridad en mi maestría de combate partí con tres de mis mejores amigos, camaradas Jedis hacia el combate.
¡Qué estúpidos fuimos! Ulic Qel-Droma, padawan oscuro de Exar Kun nos retó en combate singular y venció a mis camaradas, la Twi´lek Anda Trenosh, el historiador Jedi ithoriano, Voondo Thar y mi amigo de toda la vida, el corelliano Keylo Starr. Pensando que se encontraban muertos y en la fuerza, me enfrenté a Qel-Droma en solitario y dejé que la ira me invadiese. Por supuesto, Qel-Droma, como Jedi caído que era, utilizó mi ira contra mí y me derrotó, haciendo que me precipitara dentro de un Contenedor de Zantarita, que hizo que me quedase congelado al instante.
Los siglos pasaron y continúo congelado en la zantarita, sin saber como acabó la Gran Guerra hiperespacial.
¿Saldré algún día de mi gélida prisión?
Solo la fuerza lo sabe.
